La decisión del gobierno federal en 1948 de ubicar el Comando Aéreo Estratégico (SAC) cerca de Omaha fue una razón clave por la que Omaha se convirtió en un centro de comunicaciones de vanguardia.
El SAC (ahora Comando Estratégico de los EE. UU.) tenía la misión de liderar las operaciones militares de los EE. UU. en caso de una guerra nuclear. Necesitaban el sistema de comunicaciones más avanzado posible. Como resultado, la compañía telefónica local instaló una infraestructura de telecomunicaciones increíblemente grande y compleja, con personal que sabía cómo operarla. Construyó una red de comunicaciones que podría resistir una explosión nuclear. Peter Kiewit Sons Inc. fue la empresa de construcción que cavó las trincheras y tendió el cable.
Finalmente, Kiewit se dio cuenta de que las empresas también querrían tener acceso a todo ese ancho de banda. Por un riesgo de $10 millones, construyeron una nueva red telefónica de alta capacidad en 1987. En 1992, Omaha se convirtió en una de las primeras ciudades en los Estados Unidos en recibir una red de cable de fibra óptica. Omaha estaba cableado con bucles de fibra óptica y las principales líneas troncales que respaldan las operaciones de telemercadeo.
A finales del siglo XX, Omaha todavía contaba con una de las infraestructuras de telecomunicaciones más avanzadas del país, en equipos y personas.